CRIMINALES DE TINTA - Pere Cervantes


Pere Cervantes no escribe novelas negras para resolver enigmas: las escribe para incomodar. Expolicía, viajero y observador incansable, su literatura nace de lo vivido y de lo aprendido a pie de calle y de frontera. En sus historias el crimen es solo el punto de partida; lo verdaderamente importante ocurre después, cuando los personajes tienen que enfrentarse a lo que han perdido, a lo que callan y a lo que ya no pueden reparar.

Tras el éxito de El chico de las bobinas, Tres minutos de color y La espía de cristal, podemos gozar de su última novela Me olvidé del cielo, una novela donde combina memoria, trauma y reconstrucción personal con su habitual mezcla de emoción, suspense y sombra.

Ficha policial

  • Nombre real: Pere Cervantes.
  • Nacionalidad: Española. Nacido en Barcelona.
  • Arma preferida: Emoción contenida, tensión psicológica, una prosa limpia que parece suave… hasta que te das cuenta de que te está apretando el corazón.
  • Delito: Investigar lo invisible. El trauma, la pérdida, la memoria herida. Y hacerlo con una precisión narrativa que deja pocas coartadas.

El modus operandi

El estilo de Pere es reconocible desde el primer párrafo. No dispara a quemarropa: se acerca, observa, te hace confiar… y cuando te das cuenta ya estás atrapado en un territorio emocional del que no se sale ileso.

Su “modus operandi” consiste en mezclar emociones profundas y trazos de memoria histórica sin que la costura se note. La intriga es el vehículo, pero el destino siempre es humano.

Otro de sus sellos es el tratamiento del trauma. Pere no lo usa como adorno argumental: lo estudia, lo escucha, lo convierte en motor narrativo. Sus personajes están rotos (a veces un poco, a veces por completo) y toda la novela es un intento de ver si la grieta se puede cerrar… o si lo único posible es aprender a convivir con ella.

Y luego están los escenarios. Pere escribe las ciudades como si fueran laberintos emocionales: Barcelona o Sarajevo no son decorados, son espejos que devuelven a los personajes aquello de lo que intentan escapar.

Curiosidades del sospechoso

  • Policía convertido en novelista. Antes de escribir crímenes, Pere los investigaba. Su paso por la Policía Nacional y por misiones internacionales en Kosovo o Bosnia se cuela, inevitablemente, en sus novelas.
  • Fue Observador de Paz para la ONU en Kosovo y para la Unión Europea en Bosnia-Herzegovina.
  • Da a sus personajes una profundidad emocional que rara vez se ve en el género. El dolor aquí no es decorativo: es real.
  • Capaz de hacerte llorar en mitad de un thriller. Quien avisa no es traidor.

Premios y reconocimientos

El expediente de Pere muestra que el crimen literario, si se hace con emoción y precisión, también lleva a los podios:

  • Premio Letras del Mediterráneo (2018) – por Golpes.
  • Premio Cartagena Negra (2018) – por Tres minutos de color.

Y un buen puñado de menciones y nominaciones que confirman que su mezcla de thriller y sensibilidad no pasa desapercibida.

Obras con antecedentes

El historial literario de Pere Cervantes es extenso y versátil, pero siempre lleno de humanidad:

  • Rompeolas (2013) – una temprana muestra de su interés por lo emocional.
  • No nos dejan ser niños (2014) – thriller psicológico con una herida en el centro.
  • La mirada de Chapman (2016) – segundo caso protagonizado por Roberto Rial y María Médem. 
  • Tres minutos de color (2017) – novela de alto voltaje emocional y narrativo.
  • Golpes (2018) – Una huida desesperada hacia un último asalto. 
  • El chico de las bobinas (2020) – una de sus grandes obras, mezcla de memoria histórica e intriga.
  • La espía de cristal (2022) – espionaje emocional y heridas de guerra.
  • Me olvidé del cielo (2024) – su última obra, donde vuelve a explorar las consecuencias del trauma y la capacidad humana para reconstruirse.

Veredicto

Pere Cervantes merece estar en Criminales de tinta porque es uno de los autores que mejor entienden que la violencia más poderosa no siempre está en la pistola, sino en la memoria.

Leerlo es adentrarse en un noir que respira emoción, humanidad y reflexión, sin renunciar nunca a la tensión narrativa. Sus novelas hacen daño, pero del bueno: ese que te deja pensando días después.

Si solo vas a leer uno: El chico de las bobinas. Es una obra que combina intriga, memoria histórica y una sensibilidad rara en el género negro.

Y si quieres conocer al Pere más íntimo y vulnerable, Me olvidé del cielo es la llave perfecta para abrir la puerta.

Con Pere Cervantes, Criminales de tinta suma un sospechoso de cuidado: un autor que escribe desde lo vivido, desde lo herido y desde lo profundamente humano. La investigación continúa.

Jose Núñez

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