Por lo que, desde hace varios años, espero con ansia algún libro de este SEÑOR.
Sí, con mayúsculas.
No se puede escribir el nombre de Arturo Pérez-Reverte (Cartagena, 1951) de otra forma.
No se puede.
Esta vez nos ha sorprendido con una novela a la antigua usanza. De las de modales exquisitos, tabaco duro, salones elegantes y pulcra escritura. Sin olvidarnos de asesinatos metódicos y bien elaborados.
Asesinatos, sí, pero con respeto hacia la víctima, si me permiten tal apreciación.
Arturo tiene una prosa bella, lírica y despiadadamente honesta. Magistral. Es correcto hasta para partirle la cabeza a sus personajes. Y a los lectores. Leerle es como escuchar a Debussy interpretar Clair de lune en piano.
Una auténtica delicia.
La trama transcurre en la isla de Utakos, al norte de Corfú, en Grecia, donde quedan atrapados debido a un fuerte temporal nueve personas en el único hotel de la isla, el Auslander. Los personajes que pueblan la novela son de lo más variopinto: desde un matrimonio alemán, un médico turco, dos jóvenes inglesas pudientes, un escritor de noveluchas de kiosco y hasta un afamado actor que reencarnó al mismísimo Sherlock Holmes en los cines de todo el planeta. Y no podía faltar los sospechosos de turno en toda novela de intriga y enigma: dos camareros del hotel.
Hopalong Basil - el actor ya retirado que interpretó a Sherlock－, es el encargado de “resolver” los asesinatos. Este trabajo, por decirlo de alguna manera, se lo imponen los demás huéspedes. La policía griega no puede personarse en la isla y los nervios están a flor de piel.
Todos son potenciales víctimas.
Todos son potenciales asesinos.
Y nada es lo que parece.
El autor nos brinda un fresco narrado con inteligencia; un guiño a las novelas de nuestros abuelos. Historias de blanco y negro, té, sombrero y educación. Hay tertulias, sofisticación, conjuras, venganzas, sangre, sogas, literatura, cine y muchas mentiras.
La primera muerte apunta a un suicidio. El cadáver yace en el suelo con una soga al cuello y una silla a su lado.
Pero en esta novela si algo apunta en una dirección, quiere decir que el disparo viene por el otro lado.
Así son las cosas.
Así es la mente de Arturo Pérez-Reverte.
Supongo que conocéis la expresión de: “te la han dado con queso”. Pues os la van a dar con queso y con unos cuantos de picos y rodajas de salchichón en el mismo plato. Os lo aseguro. Pero sin vino. Os jodéis. Porque cuando conozcáis el desenlace os atragantaréis de la sorpresa. Es como si os dieran una cachetada recién despiertos.
El problema final es un Cluedo pero con letras, verbos y dosis de diálogos y conjeturas eruditas. A ver quién es el ingenioso lector que se las ingenia para descubrir al autor o autora de los crímenes. No es fácil hacer que las piezas encajen a la perfección. Es un trabajo arduo y meticuloso. Y, aunque todo se líe y re-líe mil veces, todo acaba encajando como un puñetero reloj suizo.
El libro es una experiencia maravillosa que hay que vivirla sentado y con la mente abierta y lúcida. Os transportará a los años sesenta sin ninguna duda.
Y lo mejor: casi me compro un paquete de tabaco, quería que se me pegara algo de las dotes del protagonista.
Tiene guasa la cosa.
Esta novela nos pone de manifiesto que los detalles cuentan, y mucho. Que gritan. Pero para escucharlos hay que saberlos mirar a la cara, exponerse a ellos sin miedo, agazapados, a la espera de que salten de su escondite para verlos en todo su esplendor. Nos enseñará a escucharlos, por nimios que sean o parezcan.
El libro es pausado, no lento ni soporífero. Tiene el ritmo preciso que la trama exige. Ni más ni menos.
Solo recalcar que está escrito por unos de los autores más admirados de las letras españolas.
No hay nada más que decir.
Elemental, mi querido Watson.
Elemental.
Título: El problema final
Autor: Arturo Pérez-Reverte
Editorial: Alfaguara
Páginas: 328
Fecha de publicación: Septiembre 2023
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