EL NOVIO DE LA MUERTE - Ramón Palomar

 


¡A mí la Legión!

Si gritas esto, acudirán a tu lado cientos de legionarios para defenderte.

En mi caso, cuando lo grité, acudió en mi auxilio Ramón Palomar, (Nancy, Francia, 1966) con una historia violenta, cruda y adictiva.

Muy adictiva.

Es el primer libro que he leído de este autor y no va a ser el último.

Menudo tipo escribiendo.

Hacía tiempo que no leía algo de este calibre.

Cada capítulo de El novio de la muerte es un trallazo de dinamita directo al hígado. Aquí no hay policías —y si los hay, no son honestos—, aquí hay legionarios locos y salvajes con ganas de poner el mundo patas arriba.

Ramón Palomar nos cuenta la historia de Ventura Borrás, un legionario que quiere edificar su imperio del mal. Aleccionado por Santa, su padrino, y por Gregorio, su padre, aprenderá a disparar, a matar, a dar palizas... en definitiva, a ser la tormenta más grande de entre todas las tormentas de su alrededor.

En El novio de la muerte conoceremos rincones exóticos como Tánger, en concreto Benimakada.

Benimakada.

Recordad este maldito nombre.

En Benimakada todo está permitido. Todo. Hay adiestradores de serpientes, putas, kifi, legionarios, sicarios, muerte, drogas, jipis, numeritos circenses en los que se pueden ver a tipejos tragar cristales y escupir fuego o sapos... Yo qué sé.

Es una locura.

Hay curanderos, médicos clandestinos, tullidos asesinos, moros narcos, moras guapísimas, peleas, tiroteos...

En Benimakada todo está permitido, colega.

Flipé con Benimakada.

Y con Ventura Borrás.

Este libro está escrito para todas las razas. No deja a nadie indiferente. Si eres judío, adorarás a Ventura y a su escuadrón de choque; si eres cristiano, te beberás esta novela en menos que canta un gallo; y si eres musulmán buscarás encontrarte con Ventura por tu ciudad para invitarlo a un buen té de menta.

Ya te digo que sí.

Las escenas que nos brinda esta trama con los legías son espectaculares. No se andan con chiquitas estos soldados. No. Te revientan la cara dándote golpes a diestro y siniestro con el cañón de su pistola calibre 38 o te vuelan las pelotas de un tiro y después te piden perdón —en el caso de que tengan que hacerlo, claro está. Todo es subjetivo—.

El personaje de Ricardo Navarro me parece... sublime. Menudo hijodemalasangre el Ricardo.

Y Sodia...

Qué deciros de Sodia.

Este libro tiene todos los ingredientes para que vuestras horas del día salten por los aires. Tiene kilos y kilos de pólvora esperando a succionar la poca mecha que sale de ella y explotar para llevarse el aburrimiento de la cotidianidad por delante.

Con El novio de la muerte bebí leche de pantera -una bebida alcóholica muy famosa entre la Legión—, trafiqué, maté a golpes, peleé con moros, follé con mujeres sobrenaturales, mamé de la teta del tuerto y tullido Millán Astray, torturé, paseé un cadáver por el desierto... que menudo trapo se quedó hecho.

Madre mía.

Disfruté como un niño en el día de Reyes.

La novela es un maridaje explosivo y muy cañero, os hará tener una sonrisa entre tanta gente mirando los móviles mientras os enchufáis un buen café mañanero. Lo digo por experiencia propia.

Ya desde temprana edad, mi padre me contaba anécdotas de su paso por la Legión, en Ronda, allá por principios de los 90. De ahí que me llamara la atención este libro. Y bendita llamada de atención.

Ramón Palomar no tiene galones así porque así: tiene galones porque se los ha ganado. Este hombre tiene que tener una mina antipersona a punto de estallar en su cerebro, de ahí que saque estas historias de mil y un desastres maravillosamente buenas.

Cada página del libro vomita perdigonazos de buena literatura cañí, gitana y brava. El libro ha sido para mí un búnker, un refugio, en estos cuatro días que he tardado en bebérmelo.

Porque se bebe, literalmente.

Los capítulos son cortos y la acción, apabullante.

Uno de los personajes que más me ha gustado ha sido Bum-Bum.

Chamaco Bum-Bum.

¡BUM! ¡BUM!

¿Ya sabéis por donde van los tiros?

Si tenéis alguna duda pues... leedlo.

Dejad de ser tontos y leedlo, rejuveneceréis. Os dará un viaje de mil demonios, es como una máquina del tiempo hecha con restos de árboles y objetos negros que os contará -y susurrará y gritará y os apuñalará— una gran cantidad de fuego, ardor y escozor.

Del bueno.

Del rico.

Este libro es un orgasmo tangible, un hechizo, un embrujo. Calienta más que la leche de nuestra santa madre cuando nos resfriábamos en invierno. Os importará una mierda todo lo demás, solo querréis leer las maquinaciones perversas de Ventura y sus secuaces.

Cuando os lo terminéis, os sentiréis sucios, con barro, sangre en las rodillas, con la vista nublada y un dolor de articulaciones del copón.

Pero seréis un poco más felices.

¿Qué mejor dinero invertido que en esto?

Señor Palomar, aquí tiene a un nuevo legionario para lo que usted disponga.

¡A mí la Legión!


Iván Rey


Título: El novio de la muerte 

Autor: Ramón Palomar 

Editorial: Grijalbo

Páginas: 320

Fecha de publicación: Septiembre 2023

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