El 10 de abril de 2019, se logró un hito en la historia de la Astronomía. Se dio a conocer al mundo la primera imagen captada de un agujero negro, gracias a un equipo internacional de astrónomos liderado por el profesor de astrofísica Heino Falcke (Colonia, 1966), autor del libro que tenemos entre manos: La luz en la oscuridad. En él, nos narra el camino recorrido para conseguir la deseada imagen y todas las implicaciones que ha tenido tal hallazgo. Paralelamente, realizaremos un viaje al espacio intentando resolver los interrogantes que éste nos plantea.
Siempre mirando hacia el cielo
El ser humano, desde que se atisbó cierta inteligencia en él, ha sido un ser curioso que no ha parado de mirar hacia el cielo. Muchas son las preguntas que nos han rondado por la cabeza: ¿Qué hacemos aquí? ¿Estamos solos en el espacio? ¿Qué hay más allá del Sistema Solar? ¿Dónde está el límite del Universo? Podríamos estar haciéndonos preguntas eternamente; la mayoría de ellas, aún siguen sin respuesta.
De este deseo de conocer qué hay en la oscuridad del universo, nació la Astronomía, ciencia que estudia todo lo que hay –o lo que podemos observar con diferentes herramientas– allá arriba. Desde los planetas, los satélites y las estrellas hasta las diferentes galaxias que observamos a miles de años luz. Entre todos ellos encontramos a los agujeros negros, concentraciones de masas de diferentes tamaños con un campo gravitatorio tan alto que nada de lo que engulle puede escapar de allí, incluida la luz.
Una proeza científica
Heino Falcke siempre ha tenido un gran interés por los agujeros negros, por lo que ha invertido toda su carrera profesional en su estudio. Un día, propuso la utilización de varios de los telescopios más potentes del planeta a la vez para crear un gran telescopio virtual y poder captar las primeras imágenes de un agujero negro. De esta forma nació el proyecto Event Horizon Telescope, del que él era el responsable.
Falcke consiguió su objetivo: poder fotografiar un agujero negro y darlo a conocer a la humanidad. Una vez más, queda demostrado que la ciencia puede ayudarnos a resolver muchos de los interrogantes a los que se enfrenta el ser humano. ¿Cómo es posible fotografiar algo que se encuentra a millones de años luz de nosotros? Parece un sueño inalcanzable, pero el autor nos explica paso a paso cómo se consiguió tal proeza.
La luz en la oscuridad
Independientemente del camino que ha tenido que tomar para lograr la ansiada fotografía, el autor nos explica con una prosa sencilla y amena los diferentes elementos que nos podemos encontrar en el espacio. Desde los más “cercanos”, como la Luna o el Sol, la Vía Láctea y sus estrellas, las estrellas muertas, los agujeros negros, las galaxias y los cuásares, hasta llegar a la gran explosión.
Se pueden realizar dos tipos de lecturas en La luz en la oscuridad. Una, para personas con cierto interés por el universo pero con un perfil más bajo (curiosos del tema); otra, para lectores más expertos e interesados en la materia. Para ello, el libro cuenta con una serie de notas a pie de página en las que se narra con más detalle cada episodio. Además, disponemos de un extenso glosario para aquellas personas que no están muy familiarizadas con la jerga astronómica.
La luz en la oscuridad es una importante novela a favor de la ciencia que nos narra aquello que conocemos, pero también es una obra que se adentra en los misterios que aún siguen sin respuesta. Un viaje estelar desde la tierra hasta los agujeros negros. No se lo pierdan.
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