Jim Thompson (Anadarko, 1906 – Los Ángeles, 1977), es considerado uno de los grandes escritores de la novela negra norteamericana del siglo XX. No tuvo una vida fácil y la fama no le llegó hasta después de su muerte. Entre sus numerosas obras destaca El asesino dentro de mí, una novela que abre en canal la mente oscura de un asesino para que penetremos en ella sin miramientos.
EL SIMPÁTICO LOU FORD
Lou Ford es el amable y tranquilo sheriff adjunto de un pequeño pueblo de Texas. No todo es lo que parece; él vivió un oscuro episodio en su pasado que lo ha ido moldeando. Sufre de lo que él llama "la enfermedad". En realidad, Ford es un auténtico hijo de puta, y lo intenta camuflar con simpatía hacia sus vecinos.
Nuestro sheriff ha descubierto que su hermano Mike no murió en un accidente en la construcción y buscará vengarlo, sea como sea. El asesino que tiene dentro de él lo ha vuelto a hacer: ha vuelto a matar.
RETRATO DE UN PSICÓPATA
El autor nos presenta una obra desde el punto de vista de un antagonista. Thompson nos meterá en la piel de Ford, en su enfermiza mente criminal, dándonos pinceladas de su pasado. Incluso tendremos las mismas dudas que el propio protagonista: en muchos momentos, no sabremos si la policía está realmente pisándole los talones o no, si tienen las suficientes pruebas contra él o, por el contrario, no saben por dónde tirar. Seremos Lou Ford.
Por otra parte, Jim no nos lo da todo mascado. Deberemos hacer nuestras propias deducciones para aclarar algunos puntos, como el turbio background del personaje principal.
Otro punto importante a mencionar de la novela son sus diálogos excelentes, cargados de matices y completamente reales. En muchos puntos hasta se solapan entre ellos, tal y como sucede en una conversación real entre dos personas.
Thompson hace un gran trabajo al elaborar la figura de Lou Ford. En poco más de doscientas páginas consigue que lo conozcamos a la perfección. Demuestra su gran talento en la construcción de personajes memorables.
JIM THOMPSON, UNA PLUMA MARAVILLOSA
El asesino dentro de mí es narrada en primera persona, un recurso muy poco utilizado en el año 1952 (fecha en la que se escribió la obra). No es lo único en lo que innova el autor: también hará que el protagonista interactúe con el lector en algunos puntos de la historia, una técnica más que interesante para mantenerle en alerta.
Estamos ante una novela negra y muy dura. El autor nos lo recuerda a través de la brutalidad ejercida por el protagonista hacia sus víctimas. En este sentido, los estómagos sensibles tendrán que ir con cuidado. Pocos escritores se han atrevido a hacer lo que ha hecho Jim en esta obra, y más mérito tiene tratándose de una novela escrita a mediados del siglo XX.
Thompson ha llegado para quedarse. No lo conocía, ha sido un grato descubrimiento. Seguiré indagando en sus libros, ya tengo varios en el punto de mira. Jim tiene papeletas para convertirse en uno de mis autores de cabecera.
Estamos ante una obra difícil de olvidar, de aquellas que dejan un profundo poso negro en el lector.
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