EL VIAJE DEL VIEJO ALEXEY
Nos situamos a principios del siglo XX. Alexey Domitrievsky es un viejo marinero curtido en mil batallas pesqueras en las traicioneras y peligrosas aguas del mar de Kara. Vive en Novyy, un pequeño pueblo casi perdido en la costa siberiana. Alexey es un personaje algo arisco, terco, muy orgulloso y amante de la soledad, con un pasado difícil que lo ha ido moldeando con el paso del tiempo. Vive con su fiel amigo Kino, un perro esquimal que rescató de las heladas aguas. Apenas se deja ver por el pueblo; solo de vez en cuando aparece por la taberna para echarse algún que otro trago de vodka y ver a sus pocos amigos. Ha hecho de la soledad su mejor compañía.
Su apacible vida tranquila cambia cuando llega a oídos del pueblo que una enorme orca marina ha perpetrado un terrible ataque. Los pescadores del lugar deciden aventurarse hacia la caza del animal: unos seducidos por la suculenta recompensa económica que ofrece uno de los ricachones de la región por su captura; otros, por algo inmaterial que les empuja a ello, nacido en lo más profundo de su ser. En este último grupo se encuentra nuestro protagonista que, junto a su inseparable amigo Kino y su barcaza llamada Zora, emprenderá un viaje hacia un mundo que aún está por conocerse.
Preparaos para pasar una increíble aventura.
AVENTURA ÉPICA: UN PULSO CONTRA LA NATURALEZA Y EL DESTINO
Esto es lo que nos ofrece el autor en Más allá de Kara, que vivamos una apasionante historia con tintes épicos de la mano del viejo Alexey. Y vaya si lo consigue. Seremos testigos de una feroz batalla entre la naturaleza y el ser humano. Un auténtica lucha por la supervivencia entre un curtido marinero y las temibles aguas Siberianas. ¿Quién saldrá victorioso?
Nada más iniciar la lectura, Carles Monsó nos somete con su destacable estilo narrativo y nos lleva por los fríos caminos siberianos. El viaje que iniciaremos no tardará en materializarse y este muy pronto cogerá aires legendarios. El viejo pescador nos es vendido como un valiente y no es para menos (nos daremos cuenta muy pronto de ello). Pero, ¿es verdaderamente Alexey un héroe o una simple persona en busca de su destino?
Son muchos los temas que va tocando el autor mientras avanzamos a buen ritmo por las frías aguas de Kara intentando dar caza a Bukka, el nombre que le otorga a la enorme orca: la soledad, el destino, el camino que escogemos en la vida, los tropiezos, las victorias, el paso del tiempo y el instinto de supervivencia, que poco a poco irá creciendo debido a las dificultades de la ruta. Son dos los rumbos que tomaremos simultáneamente: uno exterior, navegando con Zora en busca de la gran orca, y otro interior, hurgando en lo más hondo del corazón de Alexey. Pequeños flashbacks nos ayudarán a conocer y entender mejor al viejo marinero. Tendremos que averiguar si las dos travesías lo llevarán al mismo puerto.
AMBIENTACIÓN ESPECTACULAR
Mención especial se merece la ambientación (muy lograda) que nos describe el escritor. El largo trayecto no solo lo haremos a través de las páginas de un libro, porque este roza la realidad de una manera descomunal. Es como si estuviéramos navegando por las congeladas aguas siberianas. Los bellos paisajes, las blancas llanuras, la sensación de vacío y de soledad, las gélidas temperaturas y el aire frío nos rodearán sin miramientos. No os engaño cuando digo que en más de una ocasión he tenido que ir a buscar una manta y algún brebaje caliente, y eso que no soy friolero. Que un autor novel como Carles consiga tal cosa es de elogiar y de tenerlo muy en cuenta. El mar de Kara se convertirá en un importante personaje dentro de la obra.
Antes de sumergiros entre sus páginas, deberíais prepararos una buena taza de té o un café o un buen trago de vodka. Pasaréis frío y hay que combatirlo de la mejor manera posible.
MÁS ALLÁ DE KARA
Más allá de Kara es una lectura que nos hace reflexionar sobre el poder de la resistencia humana y los caminos que tomamos hasta llegar a nuestro final. Todo lo que decidimos mientras avanzamos por este mundo tiene sus consecuencias. ¿Somos dueños de nuestro destino? ¿Podemos elegirlo o este nos viene impuesto? ¿Y qué es el instinto de supervivencia sino un instrumento para fraguárnoslo nosotros mismos?
Solo me queda animaros para que viváis esta apasionante aventura, dadle una oportunidad y dejaos atrapar por el atrayente e interesante estilo del autor. Si lo hacéis, preparaos bien porque Monsó tiene más de una sorpresa a lo largo del libro.
Disfrutad del viaje, disfrutad de Kara y tratad de sobrevivir a tal épica odisea. Las más de 500 páginas se harán más bien cortas teniendo en cuenta todo lo que abarca la novela. Una obra soberbia.
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