¿HA CRUZADO LA FRONTERA CAL MOORE?
Bosch se encuentra en su casa cuando recibe por radio un aviso: ha aparecido el cadáver de un hombre en el baño de un motel, con un tiro en la cabeza, y parece que se trata de Cal Moore, policía del departamento de Narcóticos. Todo apunta a que se ha disparado él mismo.
Harry acude al lugar, pero sus superiores le prohíben inmiscuirse en la investigación. Creen que Moore ha podido cruzar la frontera y pasarse al otro lado. En los días previos, Cal se encontraba indagando sobre una nueva droga de diseño, «el hielo negro», procedente de México. Sus superiores no quieren remover la mierda y que les salpique en la cara. Prefieren enterrar a Moore con todos los honores y dar carpetazo al asunto, aunque este haya pasado al otro bando.
Por otro lado, un compañero de Harry, Porter, ha decidido cogerse la baja en ese momento. Los casos que llevaba pasarán a manos de Bosch y este encontrará relación entre algunos de ellos con Moore y «el hielo negro».
Algo apesta y Harry no va a quedarse con los brazos cruzados. Empieza una nueva aventura que lo llevará hasta Caléxico y Mexicali, pueblos gemelos separados por la frontera.
CONNELLY LO VUELVE A HACER
Nos encontramos ante una trama muy similar a la de su primera novela: El eco negro. Bosch tendrá que escarbar y esquivar la negativa de sus superiores para aclarar todo lo sucedido. Son muchos los hilos que mueve el autor, pero estos se encuentran perfectamente conectados unos con otros. Michael nos lleva por donde quiere y tirará del que más le convenga en cada momento.
He de decir que, a diferencia de la primera entrega, en esta se tarda más en entrar en materia y, hasta que Bosch no se desplaza a Caléxico y Mexicali, no empiezan a acelerarse los acontecimientos. Aún así, Connelly vuelve a crear una narración de lo más interesante en el que todo parece embarullarse para conducirnos hacia la senda de la verdad.
En Hielo negro, parece que Michael quiere darle un doble significado a la expresión «cruzar la frontera». Traspasarla representa pasarse al otro lado, tanto al país vecino como al bando contrario, los traficantes.
CORRUPCIÓN POLICIAL
El autor pone sobre la mesa dicho asunto para que saquemos nuestras propias conclusiones. ¿Es Cal Moore un policía corrupto? ¿Es moral que sus superiores traten de taparlo? Esto es como un hacha de doble filo: tanto si decidieran taparlo como destaparlo, siempre saldría alguien perdiendo. La viuda de Moore, Silvia, en el caso de que se demostrase que su marido era corrupto, no recibiría ni un solo centavo del Estado. ¿Sería correcto?
Son decisiones difíciles de tomar y Connelly hace hincapié en ello.
Por otro lado vemos lo que sucede con la policía de México. Allí parece que lo extraño es el agente que no recibe su mordida (típico soborno que reciben para hacer la vista gorda con algún asunto). El autor nos muestra cómo la corrupción corre a sus anchas entre las fuerzas de seguridad de este estado.
VALOR SEGURO
La serie de Bosch es un valor seguro. Con la estructura de novela policial de manual (muerto – investigación – resolución), los aires a thriller que coge en algunos momentos y la narrativa que caracteriza al autor (intrincada y original), hacen que el lector no deje nunca de perder el interés por los acontecimientos que se desarrollan en ella. Connelly sabe perfectamente lo que piden sus seguidores y él los satisface de la mejor manera posible.
Seguiremos siguiendo muy de cerca al detective Bosch.
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