La novela histórica y esta ciudad van cogidas de la mano. No conozco a casi nadie que le guste una cosa y no tenga interés por la otra. Todos sabemos lo que sucedió con este gran imperio: sus conquistas, sus batallas, sus gobernantes y su caída, pero poco se sabe de la urbe de la plebe. Y mucho menos de lo que ocurría en sus calles y, si seguimos profundizando, de lo que ocurría cuando caía la noche.
«EL CAZADOR DE LICÁNTROPOS»
Marco Lemurio nos hará de guía para enseñarnos la ciudad y sus rincones más peligrosos. Él es conocido por ser un hechicero y estafador del tres al cuarto, ya que se gana la vida espantando a los «fantasmas» que habitan en las magníficas casas de la aristocracia romana a cambio de una suculenta bolsa de monedas. El dinero no le dura mucho, ya que suele gastarlo en prostitutas y buen vino, para después acudir a dormir la mona a su pequeño piso de la Subura, uno de los barrios más pobres de la ciudad.
Pero Marco es un ser especial, tiene un poder que pocos tienen: es capaz de ver las sombras que deambulan por las callejuelas de la Roma más oscura. Tiene un don.
Una importante personalidad relacionada con el gobierno aparece muerta en extrañas circunstancias y con la cara desencajada por el terror. Lemurio sabe muy bien que no ha sido un asesinato «al uso», sino que algo más aterrador y misterioso ha acabado con él.
Nuestro protagonista se pone el traje de inspector y empieza la búsqueda de la verdad por las calles de la oscura capital del Imperio. Hay alguien que tiene su mismo don y tiene que encontrarlo.
El nombre de «el cazador de licántropos» es el apodo por el cual lo conocen en la taberna que suele frecuentar, debido a que se dedica a la búsqueda de seres que no existen (o eso creen).
MEZCLA DE GÉNEROS
El autor ha mezclado diferentes géneros literarios. Por un lado tenemos el histórico, la base de la novela, y que nos sitúa en la Roma gobernada por Pompeyo, después de la muerte de Sila. También tenemos toques fantásticos, ya que Marco Lemurio tiene un extraño poder con el cual puede ver y combatir los males invisibles a ojos comunes. Y por último, el terror también hace acto de presencia en la narración, y de qué manera. Unas extrañas sombras acecharán a más de uno sembrando Oscura Roma de escenas terroríficas para el lector.
¿Cuál es el resultado de todo esto? Una increíble obra con la que pasaremos un excelente rato de lectura. La combinación es arriesgada porque hay personas a las que les apasiona un género pero detestan otro, y esto puede influir en la lectura. Pero si tienes la mente abierta y sientes cierta simpatía por los diferentes géneros, seguro que disfrutarás con las indagaciones de Marco Lemurio.
LA ROMA ANTIGUA SE PARECE MUCHO A LA SOCIEDAD ACTUAL
Todos sabemos que la democracia de la que gozamos la mayoría de los países hoy en día tiene su cuna en el régimen que gobernaba la antigua Roma. Muchas son las costumbres que hemos adoptado de aquella ciudad. En el Imperio Romano todo parecía funcionar a la perfección y daba la sensación de que sus gobernantes se preocupaban por el pueblo. Pero, ¿realmente se interesaban o se aprovechaban de ellos por su propio interés?
No todo lo que reluce es oro y el autor nos va sembrando toda la lectura con pequeñas muestras de esto. A modo de ejemplo, en el año 67 a. C., los gobernantes antes de las elecciones repartían comida y daban discursos para animar al pueblo a que los votasen. Ahora no nos dan comida pero, ¿no os recuerda a nada?
Las peleas por el poder también hacen acto de presencia en la novela. Defensores de uno y otro bando se disputan el poder animando a la plebe a ponerse de su lado. ¿Y qué es lo que ocurre en realidad? Que el pueblo llano entra en disputa entre ellos mismos por tener unas ideas u otras distintas. Exactamente igual que lo que ocurre ahora. Los más pobres siempre salen perdiendo mientras que la alta sociedad es la que gana, gobierne quien gobierne.
Hemos heredado muchísimas cosas buenas de aquel majestuoso imperio, pero todavía perduran muchas cosas nefastas.
EMPIEZA LA SAGA MARCO LEMURIO
Aunque el final que nos ofrece el autor es completamente cerrado en lo que a la trama principal se refiere, deja algunos flecos abiertos para que continuemos disfrutando con la vida de Marco Lemurio. Este tiene un pasado del que conoceremos pinceladas en Oscura Roma. Aunque sean pequeñas dosis, serán más que suficientes para crearnos interés y mucha empatía por el personaje.
Esperemos que Luis Manuel no tarde mucho en poder publicar la continuación. «El cazador de licántropos» ha llegado para quedarse.
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